Las Danzas de Pipaón.
Se bailan en el pueblo dos veces al año: una en honor a San Roque el 16 de agosto, y otra el día 14 de septiembre en las Fiestas patronales de la Exaltación de la Santa Cruz. Estas danzas tienen un marcado carácter guerrero y así hoy podemos ver como se usan los palos en muchas de ellas.
El Herrero.
Se trata de un paloteao o troqueao con sabor guerrero y agrícola, ya que en un momento de la danza se simula escardar la tierra.
La letra de esta danza es la siguiente:
El herrero y el barbero
el cura y el sacristán,
hacen los hijos a medias
y los parten por San Juan.
El herrero Pedro Mulo,
una cruz de plata halló,
por hacer un cristo de Ella
en la fragua la metió.
Danza de los Palos.
En esta danza los danzantes, con los palos en alto, pasan por debajo de éstos una y otra vez. Se considera una danza de triunfo.
Reza así:
La masa ya está hecha,
y la hornera no está
pa cuando ella vuelva,
la masa se perderá
Tamparrantan.
Es una de las danzas más alegre y vivaz.
Tamparrantan
las uvas están verdes,
Tamparrantan
ya se madurarán,
Tamparrantan
que tocan a misa,
Tamparrantan
que tocan a entrar
Danza del Arbol.
Si preguntamos en Pipaón qué significa para ellos esta danza nos dirán que la consideran una veneración a quien les da cobijo, frutos, calor, trabajo y descanso. Quizás sea por eso, por lo que lo adornan en la punta más alta con un muñeco “el Mingalanillo” al que hacen bailar desde fuera tirando de cuerdas.
Castañuela.
Esta última danza de Castañuela (dos diferentes) se utiliza de acompañamiento.
Al jardín va la niña,
chumba la va llámala,
que ella dormida está,
llámala, llámala
que ya se despertará.
No podemos olvidar hablar del CORTEJO que siempre acompaña a los danzantes de Pipaón, conocidos como “Las Capas”. Este cortejo lo componen: el Alcalde, Juez y Abad de la Cofradía de la Vera Cruz, todos Ellos llevan capas negras. Era la capa una prenda obligada entre los miembros del ayuntamiento en todos los actos representativos del Pueblo (misas, procesiones etc..) en los años 40 y 50 y muchas veces, estas capas eran heredadas de generación en generación pasando a formar parte del ajuar del mozo casadero. La pareja de Abuelos es de las más vistosas del cortejo; el Abuelo lleva la clásica blusa “carbonera”, alforja al hombro y botas rústicas de cuero con tachuelas. La Abuela luce vestido de satén negro adornado con puntillas por toda la chambra, mantilla larga y mantón en el brazo. Las tres mujeres que siempre cierran el Cortejo, son mozas jóvenes que visten falda roja y verde, blusas blancas y chaquetillas negras adornadas con pasamanería en los orillos y un vistoso pañuelo rojo. La mujer casada lleva vestido blanco (que únicamente lucía el cuarto día de la fiesta, por ser el día de los casados y el martes de carnaval).
Vestuario.
Los ocho danzantes de Pipaón, lucen con todo esplendor camisa blanca con volante en el cuello, flores en las mangas, sayuela con pasamanería y flecos dorados, pantalón corto blanco recogido con cintas de colores a los costados, medias hasta la rodilla, pasadas con las cintas de las alpargatas blancas y rojas y como remate, un pañuelo anudado en la cabeza. El cachimorro, se diferencia por el azul de su falda y las flores azules de las mangas y porque porta un palo de mando rematado también con borlas azules u rojas.
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