Oyón

Revolcón de Katxi y La Danza de los Santos Patronos.

Si nos acercamos hasta Oyón el 22 de enero, veremos en las fiestas dedicadas a San Vicente y San Anastasio, estas danzas. 

Revolcón de Katxi.

El Katximorro es un personaje caracter artistico de esta zona de Rioja-Alavesa, pero en Oyón tiene unas caracteristicas especiales, que a simple vista podemos apreciar, por su peculiar indumentaria. En la actualidad, documentado está de que no siempre ha sido así, viste de rojo y verde, un traje de pañete, formado por dos franjas de tela que hacen que espalda y delantero de la chaqueta y la parte trasera y delantera del pantalón, no coincidan en el color (simulando los trajes que los soldados de las Hermandades alavesas vestían el los siglos XVII y XVIII). En la espalda de la chaqueta lleva escrito un letrero en el que se lee: “Viva San Vicente y San Anastasio”. Se cubre la cabeza con un gorro en forma de cono.

El Revolcón lo hace el Katxi el día 22, primero en la Plaza de la Iglesia una vez que la misa ha concluido y después ante el edificio del Ayuntamiento.
El Katxi, se coloca con su peculiar vestido, frente al Síndico y descubriendose la cabeza, saluda ceremonial y respetuosamente agachándose ligeramente, a la bandera.

En el momento que suena la música, se tumba en el suelo con los brazos cruzados sobre el pecho, y mientras el Síndico tremola la bandera, el Katxi gira sobre sí mismo bajo la bandera una y otra vez, hasta que al finalizar la música se levanta y lanzando el gorro al aire grita “Viva San Vicente y San Anastasio”.

Santos Patronos de Oyón

Se baila esta danza en la procesión de los Santos Patronos: San Vicente y San Anastasio.

Lo más reseñable de Ella, es que es ejecutada por 10 danzantes vestidos de rojo (txapela, pañuelo al cuello, faja y alpargatas) y blanco (pantalón y camisa) y un Katximorro, vestido de azul y blanco.

Consta de dos partes; una en la que se va avanzando mientras se baila, en la que se va haciendo una cadena sin fin en dos filas, y una segunda en la que después de haber vuelto al lugar de origen tras las cadenetas, se colocan unos frente a otros mirándose y sin avanzar; al cambiar la música se va haciendo una trenza, pasando cada danzante por el puesto de los otros, haciendo “ochos”, hasta volver a su puesto.

Mientras los diez danzantes hacen estas figuras, el Katxi, siempre estará en uno de los extremos de las filas, en la cabeza o fin, a donde debe llegar en el momento exacto en el que todos los danzantes han ejecutado la mitad del movimiento coincidiendo con el salto que todos dan al compás de la música.